
Es complicado priorizar nuestra salud mental sobre los hijos, la pareja, la escuela, los amigos y la sociedad en general. No nos han enseñado que esto sea positivo, o que nuestro entorno puede verse restaurado por este trabajo personal.
No debemos olvidar que la gente que nos ama no ve con buenos ojos ciertas actitudes respecto a esta prioridad, no porque no nos quieran o nos traicionen, sino porque es un tema relacionado con el egoísmo en la cultura y muy arraigado. Así que el miedo que sienten de priorizar su salud sobre todo lo demás es lo que nos transmiten.
Sin embargo, para poder alcanzar una tranquilidad de modo que nuestra dinámica social no se vea afectada, el equipo de especialistas sugiere las siguientes estrategias.
Camina
Siempre y cuando lo hagas en un tiempo que te dediques específicamente a ello, caminar te ayuda a despejar la mente y a tener otra perspectiva del tiempo (aquí y ahora). Además, te permite relacionarte contigo mismo de manera más amorosa.
Sé Generoso
Dar algo a un completo desconocido puede hacerte sentir contento. No debe ser necesariamente algo material, que en estos tiempos no se desprecia. Puede ser un acto cívico, como dar una sonrisa, ayudar a pagar un pasaje, asistir a alguien a bajar o subir del transporte, dar el asiento, ser amable, barrer la entrada, no tirar basura, no fumar en espacios públicos y cuidar el entorno. También puede incluir actos sociales como apoyar algún movimiento de voluntariado, reciclar, donar objetos a iglesias o comunidades, y hacer actividades de solidaridad. A veces, quedarse callado cuenta como un acto generoso, al igual que decir que amas y no dejarlo solo a la interpretación.
Infórmate
Investiga lo que estás experimentando para poder abordar los problemas de frente. No importa la materia de investigación; puede ser en Google, en el diccionario, en el libro sagrado de tu religión, en un almanaque médico, consultando en una sesión psicológica o pidiendo la opinión de un profesional (cuidado con creer todo lo que ves en las redes sociales).
Escribe
No a todos nos funciona, pero escribir 20 fortalezas y 5 agradecimientos por la mañana siempre nos hace reflexionar. También puedes crear el hábito de hacer una lista de tus logros diarios (desde tu perspectiva y necesidades, no lo que crees que debería ser para otros). Puede ayudarte escribir tus pendientes antes de dormir; así lo bajas diariamente y no te quedas con pendientes que no te dejan dormir. Es un ejercicio para sacar de la mente las suposiciones y hacerlas tangibles. Inténtalo: puedes comprar una libreta de bolsillo especial para ello y tenerla siempre cerca de ti.
Pasatiempos
Revisa antiguos pasatiempos; no tienes que crear uno nuevo. Escuchar música, leer, escuchar algún podcast o audiolibro de tu género favorito, quedarte en silencio en casa, caminar en la naturaleza (en CDMX hay muchos sitios seguros con guías y grupos de senderismo, consulta la web), ponerte de acuerdo con quien requieras para poder quedarte más tiempo en cama un día o mañana, irte a tomar un helado, comer en tu fonda favorita o ir a algún museo.
Duerme
Descansa lo suficiente. Es importante dormir de siete a ocho horas diariamente. Si no descansas, tus niveles de cortisol se encuentran elevados y es terreno fértil para ataques de ansiedad, pérdida de paciencia o ser muy reactivo. Si conciliar el sueño no es lo tuyo por las noches, algún podcast o meditación guiada "para dormir" en la web te puede ayudar, ya que aunque no te duermas, disminuye tus niveles de cortisol porque te relaja.
No olvides que puedes tomar bebidas relajantes (té de doce flores o valeriana), pero si optarás por otro camino, consulta a tu médico familiar, psicólogo o psiquiatra.
Diálogo
Revisa tu diálogo interno. A veces, para no generar molestias, no decimos lo que sentimos, pero dentro de nosotros persiste un diálogo que nos maltrata y violenta porque se queda dentro, solamente bajo nuestra lupa. Es mejor siempre hablarlo, llorar, hablar con alguien de confianza que no se vea afectado por los sentimientos que queramos expresar, para poder escuchar la opinión de otro.
Aprenderemos así a mejorar la relación cercana entre nuestra alma y corazón, corazón y cerebro. Esta relación debe ser amorosa, positiva y compasiva.
Siéntate
Respira y empápate de tu entorno. No tienes que hablar con nadie. Si se te dificulta, puedes ayudarte con podcasts o videos de "Mindfulness". Así, puedes aprender a mirar tu entorno desde la autocompasión y la paciencia.
Todo se puede aprender con paciencia, compromiso y dedicación.
Diviértete y Disfruta
Tómate un día libre para hacer exactamente lo que quieras. No se trata necesariamente de hacer algo nuevo o loco; si te gusta comprar plantas, lavar, viajar, hacer planes, ordenar recibos, hazlo. Se trata de que disfrutes algo, ya que así podrás reconectar con tu plenitud y satisfacción, y de paso con tus logros y cualidades.
Diviértete haciendo algo, como cuando eras niño. Mientras no te genere demasiado estrés o te detone malos recuerdos. Siempre tenemos a la mano familiares menores que nos pueden ayudar. Comer algún bocadillo con las manos, aprender a caminar, descubrir lugares o mirar y descubrirlo todo. Recuerda que los niños no se preocupan por la opinión de su entorno; son científicos natos. Acompáñate de uno o déjate llevar por la curiosidad de tus hijos. La pasarás bien y reconectarás con tu creatividad y curiosidad interior.
Prioriza y Sigue Adelante
Decide lo que es más importante día a día y momento a momento. Tratar de resolverlo todo la mayor parte del tiempo es autodestructivo.
𝖱𝖾𝖼𝗎𝖾𝗋𝖽𝖺, 𝗅𝗈𝗌 𝖼𝖺𝗆𝖻𝗂𝗈𝗌 𝗇𝗈 𝗌𝗂𝖾𝗆𝗉𝗋𝖾 𝗌𝗈𝗇 𝗂𝗇𝗆𝖾𝖽𝗂𝖺𝗍𝗈𝗌 𝗒 𝖾𝗌 𝗇𝗈𝗋𝗆𝖺𝗅 𝗊𝗎𝖾 𝖺𝗅𝗀𝗎𝗇𝗈𝗌 𝖽𝗂́𝖺𝗌 𝗌𝖾 𝗌𝗂𝖾𝗇𝗍𝖺𝗇 𝗆𝖺́𝗌 𝖽𝖾𝗌𝖺𝖿𝗂𝖺𝗇𝗍𝖾𝗌 𝗊𝗎𝖾 𝗈𝗍𝗋𝗈𝗌. 𝖲𝖾́ 𝗉𝖺𝖼𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾 𝖼𝗈𝗇𝗍𝗂𝗀𝗈 𝗆𝗂𝗌𝗆𝗈 𝗒 𝗌𝗂𝗀𝗎𝖾 𝖺𝖽𝖾𝗅𝖺𝗇𝗍𝖾. 𝖢𝖺𝖽𝖺 𝗉𝖾𝗊𝗎𝖾𝗇̃𝗈 𝗉𝖺𝗌𝗈 𝖼𝗎𝖾𝗇𝗍𝖺 𝖾𝗇 𝗍𝗎 𝗏𝗂𝖺𝗃𝖾 𝗁𝖺𝖼𝗂𝖺 𝖾𝗅 𝖻𝗂𝖾𝗇𝖾𝗌𝗍𝖺𝗋.
Así que continúa. Si se te dificulta, siempre puedes revisar nuestras opciones de tratamiento y mantenimiento para calmarte y reencontrarte.
Añadir comentario
Comentarios